Ofrenda De 3 Niveles Y Su Significado
En México, el Día de Muertos es una celebración que honra a los seres queridos que han fallecido. Una parte esencial de esta festividad es la creación de ofrendas, altares dedicados a los difuntos. Estos altares vienen en diferentes formas y tamaños, pero uno de los más significativos es la Ofrenda de 3 Niveles. En este artículo, exploraremos en detalle esta tradición ancestral y su profundo significado.
Los Tres Niveles Espirituales
A diferencia de otros altares en México, el altar zoque cuenta con 3 niveles que esconden un significado ancestral. Cada nivel representa una parte diferente del mundo espiritual y material, creando una conexión entre los vivos y los muertos.
Nivel 1: La Flor Que Traza el Camino
En el primer nivel, se coloca la imagen del santo del que se sea devoto. Este nivel sirve para que el difunto expíe sus culpas y comience su viaje hacia el más allá. La elección del santo es personal y puede variar según la creencia de la familia.
Nivel 2: El Tradicional Somé
En el segundo nivel, encontramos elementos tradicionales como el agua y la sal. El agua se coloca junto a una veladora o una luz, y se cree que guiará a los espíritus de regreso a casa para que no se pierdan en el camino. La sal simboliza la purificación del espíritu de los niños del purgatorio.
Nivel 3: La Gastronomía Regional
El tercer nivel es una representación de la gastronomía regional. Aquí se colocan los platillos y guisados que le gustaban al difunto, así como frutas y otros alimentos. La comida es una forma de nutrir el alma del difunto durante su visita.
Tipos de Altares de Muertos
En este último caso, un altar de muertos de tres niveles representa la tierra, el cielo y el inframundo o purgatorio. Cada uno de estos elementos tiene su propia historia, tradición, poesía y, sobre todo, misticismo. Pero además de los niveles, un altar de muertos debe incluir otros elementos esenciales.
Los Elementos Esenciales
- El Agua: Se deja en una jarra para que los espíritus sacien su sed.
- La Sal: Simboliza la purificación del espíritu para los niños del purgatorio.
- Velas y Veladoras: Proporcionan luz para guiar a los difuntos de regreso a casa.
- Copal e Incienso: Originalmente se utilizaba como ofrenda para los dioses y purifica el ambiente.
- Las Flores: En particular, las flores de cempasúchil son comunes debido a su vívido color y su asociación con la muerte.
- El Petate: Una especie de estera de palma que se coloca como base del altar.
- El Izcuintle: Representa al perro guía del difunto en su viaje al más allá.
- El Pan de Muerto: Un elemento esencial que representa la comida terrenal.
- El Papel Picado: Simboliza el viento y agrega un toque de color al altar.
- Retratos de tus Fallecidos: Fotografías de los seres queridos que se están recordando.
- Calaveritas: Pequeñas calaveras de azúcar que son una delicia tradicional.
¿Y Cuándo se Quita la Ofrenda de Día de Muertos?
El calendario católico marca que el día 1 de noviembre se conmemora a Todos los Santos y el 2 a los Fieles Difuntos, por lo que el 3 de noviembre es cuando se pueden retirar los ornamentos que conforman la ofrenda. La comida utilizada en las ofrendas puede ser desechada si ya está en su proceso de descomposición o ha perdido su sabor. Sin embargo, elementos que pueden durar mucho tiempo, como las bebidas y licores, pueden ser reutilizados para años siguientes.
En algunas casas y regiones del país, es tradicional comer en familia y compartir los platillos que fueron colocados en la ofrenda como una especie de despedida para las ánimas y para demostrar la unión, manteniendo vivo el recuerdo de nuestros seres queridos.
En muchas ocasiones, se coloca una veladora por difunto. Otras personas tienen la costumbre de acomodar cuatro ceras en representación de los cuatro puntos cardinales, y si el difunto acaba de fallecer, suelen emplear candeleros morados en señal de duelo. Cada ofrenda debe incluir los cuatro elementos: agua, viento, tierra y fuego, creando así un vínculo entre los vivos y los muertos.
En conclusión, la Ofrenda de 3 Niveles es una tradición mexicana profundamente arraigada que simboliza la conexión entre los vivos y los muertos. Cada nivel y elemento tiene un significado especial que rinde homenaje a los seres queridos que han partido. A través de esta celebración, se celebra la vida y se mantiene viva la memoria de aquellos que ya no están con nosotros.