Adarga Significado Biblico [ 2023 ]

El Significado Bíblico de la Adarga

Las Sagradas Escrituras son un vasto compendio de enseñanzas, relatos y metáforas que han perdurado a lo largo de la historia de la humanidad. Entre sus páginas, encontramos referencias a objetos y conceptos que, aunque pueden parecer lejanos en el tiempo, tienen un significado profundo y atemporal. Uno de esos objetos es la adarga, un escudo de cuero de gran resistencia que ha dejado su huella en la Biblia de una manera particular.

La Definición de la Adarga

Definición. El significado bíblico de adarga se refiere a un tipo de escudo elaborado de un cuero tan resistente que se usó por siglos. Era de uso único para situaciones en donde el bienestar físico se veía en riesgo, mejor dicho en guerras o peleas violentas.

Este objeto no aparece con frecuencia en las sagradas escrituras, pero sus apariciones son para describir situaciones donde la protección es necesaria. El origen se cree pertenece a los musulmanes, siendo más específicos a los guerreros de la caballería. ‘Daraqah’ era la manera correcta en como escribir en épocas pasadas y su significado sigue siendo escudo. Es así que una adarga llega desde esa cultura a destacar dentro de las escrituras bíblicas.

La Historia de la Adarga en la Biblia

Este efecto no es sorprendente porque civilizaciones como la romana y la griega las tenían dentro de sus artillerías bien resguardadas. Otras de las características que comparten estos elementos es la forma, se les recuerda por su estilo de corazón u ovalada. Con el tiempo, la técnica y los materiales con que se elaboran varían y el acero u otros más fuertes se emplean.

En consecuencia, para aquellos que buscan diferenciar una adarga de un escudo, se verán con la imposibilidad de hacerlo. Todo esto gracias a que la primera es la expresión primitiva de la segunda.

La Adarga en la Protección Divina

Pero un dato sorprendente de las adargas es que no eran siempre de un tamaño moderado. Porque si en su construcción se usaban madera y hierro, pueden crearse muros imponentes como una gran fortaleza. Uno de los pocos versículos en donde aparece, habla de este como un instrumento que utiliza Dios para protegernos de la mejor manera contra todo aquello que pueda molestar nuestro bienestar.

En uno de los salmos nos relata la forma en como el Señor dispone en su ser toda una protección. Cada uno de nosotros que estamos bajo sus alas podemos sentirla. Personas de gran importancia en el ámbito religioso también se nos dice que poseían adentro de sus armas una adarga. Ejemplo de ello es Salomón, que dentro de sus herramientas de defensa contaba con una de estas.

El Simbolismo de la Adarga

De un modo figurativo se nos invita a mantener ante nuestra alma una de ellas para resguardarnos de aquellos sentimientos y hechos que nos alejan del señor. Podemos encontrar la palabra adarga en alguno de estos pasajes:

• Cantares 4:4: ‘Tu cuello significa la torre de David con el objetivo de ser el museo de armas: mil escudos penden de ella, las adargas de los héroes’.
• Jeremías 46:3: ¡Sujetad escudos y adargas, y vayan a la batalla!
• Ezequiel 38:4: ‘Haré que des la vuelta, sostendré tus fauces con garfios y te haré salir con tu ejército, caballos y jinetes, equipados con sus pertrechos, una gran multitud con adargas y escudos, todos hábiles con la espada.
• Ezequiel 39:9: ‘Para aquellos que habitan las ciudades de Israel saldrán y pegarán fuego a las armas: escudos y adargas, arcos y flechas, mazas y lanzas; y harán fuego con ellas hasta que pases siete años’.

La adarga es, por tanto, más que un simple escudo físico; es un símbolo de la protección divina y un recordatorio de que, incluso en los momentos más peligrosos, podemos encontrar refugio en la fe. Su presencia en la Biblia nos recuerda la importancia de la seguridad y la fortaleza, tanto en un sentido físico como espiritual.

En resumen, la adarga, con su origen en la caballería musulmana y su presencia en la Biblia, es un objeto que trasciende el tiempo y el espacio, llevándonos a reflexionar sobre la protección y la fe en nuestro caminar por la vida. Como un escudo resistente, nos recuerda que, en momentos de adversidad, siempre podemos confiar en la protección divina.